“Palermo árabe-normanda y las catedrales de Cefalú y Monreale” es uno de los siete sitios de la UNESCO en Sicilia. Se creó en 2015 e incluye siete lugares emblemáticos de Palermo, además de las catedrales de Cefalú y Monreale. La previsión de los gobernantes normandos, que gobernaron Sicilia a partir de 1072, hizo que no se desperdiciaran las habilidades de los artesanos árabes de la isla. Al combinar habilidades e influencias artísticas de diferentes culturas, los normandos facilitaron la creación de nuevos edificios y el nacimiento de un estilo único. Además de los siete monumentos reconocidos oficialmente como Patrimonio de la Humanidad, hay otros edificios en la zona de Palermo que muestran las características del arte árabe-normando. En esta guía se los presentamos todos.
El nacimiento del arte árabe-normando
La arquitectura árabe-normanda es un estilo particular de construcción y decoración que surgió en Sicilia durante el siglo XII. En 1072, Robert Guiscard y su hermano Roger, miembros de la familia Altavilla, conquistaron gran parte de Sicilia y Palermo. En los dos siglos anteriores, la isla había estado gobernada por tres dinastías diferentes procedentes del norte de África. La evolucionada cultura islámica había propiciado un desarrollo excepcional en la zona, convirtiendo a Palermo en una espléndida ciudad a la altura de Córdoba, Jerusalén, Bagdad o Damasco. Los nuevos gobernantes normandos se dejaron seducir por los estilos arquitectónicos islámicos y decidieron aprovechar la experiencia de la zona en la construcción de sus propios edificios. Se recurrió a artesanos árabes, expertos en el arte de la talla de madera, y a mosaiquistas bizantinos para crear las decoraciones interiores de las iglesias.
Características del arte árabe-normando en Palermo
El arte árabe-normando que surgió en Palermo tiene características específicas. Este estilo es el resultado de una fusión perfecta de influencias artísticas de diferentes culturas y religiones. La estructura de los edificios se compone de pequeños sillares cuadrados de piedra y comenzaron a aparecer las cúpulas semiesféricas que hoy caracterizan el perfil de Palermo. Las bóvedas comenzaron a presentar bellos techos de madera tallados con mocárabes por artesanos árabes. En el exterior de los edificios, otras decoraciones se inspiraron en las texturas de los tejidos típicos de la cultura fatimita. De hecho, Roger II hizo instalar un “tiraz”, taller textil y de orfebrería, en el interior del Palacio Real. Sin embargo, el emblema del arte árabe-normando en Palermo siguen siendo los mosaicos. A los propios artesanos de la ciudad se unieron otros llegados directamente de Venecia o Grecia para crear obras maestras doradas sin parangón.
El sitio de la UNESCO: Palermo árabe-normanda y las iglesias catedrales de Cefalú y Monreale
En 2015, la UNESCO decidió incluir nueve monumentos entre los Patrimonios de la Humanidad, creando el itinerario denominado Palermo árabe-normanda y las iglesias catedrales de Cefalú y Monreale.
Palacio de los Normandos y Capilla Palatina
Un itinerario por la Palermo árabe-normanda sólo puede comenzar en el Palazzo Reale (Palacio Real). El edificio se llama también Palazzo dei Normanni porque los normandos lo convirtieron en su residencia a partir de 1072. Bajo la familia Altavilla, el palacio se hizo famoso en toda Europa por su riqueza arquitectónica y decorativa. En la primera planta del edificio se encuentra un lugar que es un auténtico manifiesto del arte árabe-normando en Palermo: la Cappella Palatina (Capilla Palatina). En este espacio, encontramos todos los elementos típicos de esta corriente artística. El techo de madera de la nave presenta finas incrustaciones de mocárabes y pinturas que representan animales y bailarinas. En el suelo, las incrustaciones de mármol reproducen el motivo estrellado y se disponen como una alfombra, en una distribución geométrica que refleja la del techo. Las paredes y el ábside están cubiertos de mosaicos dorados que representan episodios del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Iglesia de San Juan de los Eremitas
Si la Capilla Palatina es el manifiesto del arte árabe-normando en Palermo, las cúpulas rosas de la Iglesia de San Giovanni degli Eremiti son otro icono indiscutible del itinerario de la UNESCO. Se trata de un espléndido ejemplo de edificio cristiano construido según diseños arquitectónicos islámicos. El aspecto de la iglesia se debe a la forma cúbica y esférica de las cúpulas. Se inspira en las formas del círculo y el cuadrado que, en el arte fatimita y bizantino, simbolizan la tierra y el cielo. Inicialmente, el complejo fue un monasterio gregoriano construido entre 1130 y 1142 por orden de Roger II. Incluía, además de la iglesia y el claustro, un dormitorio, un refectorio y un cementerio, que ya no existen. La forma del claustro de la iglesia de San Giovanni degli Eremiti recuerda a la de la catedral de Monreale. Un aroma oriental impregna su vegetación.
Catedral de Palermo
Continuar con el itinerario para descubrir el arte árabe-normando en Palermo significa dirigirse a los Quattro Canti, centro de gravedad de la ciudad. Antes, sin embargo, llegaremos a otro edificio muy importante: La Catedral de Palermo. La estructura actual es el resultado de una gran reconstrucción realizada en 1169. Bajo la dominación árabe, el edificio fue una mezquita. En una columna del pórtico sur aún se pueden leer versos del Corán. La iglesia actual es una fusión de diferentes estilos arquitectónicos, resultado de varias renovaciones a lo largo de los siglos. Se pueden reconocer elementos góticos catalanes, barrocos y neoclásicos. En la fachada oriental, en el ábside, se distinguen algunas partes de la iglesia normanda original, con decoración de incrustaciones de piedra de lava de origen cultural fatimita, que, en la alternancia de motivos geométricos, florales y animales, retoma algunos diseños típicos de su arte textil. En el interior de la nave derecha se encuentran las “Tumbas Reales”.
Iglesia de San Cataldo
Siguiendo la Via Maqueda y pasando la Fontana Pretoria, nos encontramos con dos edificios más en el itinerario árabe-normando de Palermo. El primero es la iglesia de San Cataldo, donde encontramos la misma geometría que en la iglesia de San Giovanni degli Eremiti. Una vez dentro, llama la atención el contraste entre la sencillez de las paredes desnudas y la riqueza del suelo. Éste es de opus sectile, una técnica muy antigua que produce incrustaciones de mármol u otros materiales. El interior de la iglesia de San Cataldo está dividido en tres naves por columnas con capiteles que sostienen sus arcos apuntados. En la nave central hay un altar de mármol grabado con una cruz griega y los símbolos de los cuatro evangelistas.
Iglesia de la Martorana (o Iglesia del Almirante)
Justo al lado de la Iglesia de San Cataldo se encuentra el otro edificio árabe-normando: la Chiesa della Martorana o Chiesa dell’Ammiraglio (Iglesia del Almirante). Se trata de un edificio extraordinario, que cuenta la historia de nueve siglos de arte y cultura sicilianos. La zona central de la iglesia, que es la parte más antigua, está decorada con mosaicos que representan la vida de la Virgen. Fueron realizados entre 1143 y 1148 por artesanos árabes venidos especialmente de Oriente. Las bóvedas presentan frescos del siglo XVIII realizados por los pintores Olivio Sozzi, Antonio Grano y Guglielmo Borremans. El suelo es de mármol con una espléndida decoración opus sectile. La Chiesa della Martorana también alberga un espléndido portal de madera del siglo XII con tallas de artesanos árabes. Esta iglesia de Palermo también es muy famosa por otro motivo. Las monjas basilianas del monasterio de la Martorana, del que formaba parte la iglesia, inventaron uno de los dulces más famosos de Sicilia, llamado “frutta martorana”.
Palacio de la Zisa
Alejándose del centro de Palermo, puede visitar el Palazzo della Zisa, el ejemplo mejor conservado de la cultura islámica en Sicilia. Era la residencia de verano de los reyes normandos y aquí se dedicaban al descanso y al recreo. Su nombre procede del árabe Al-Azīz, que significa “el glorioso” o “el espléndido”. La construcción de la Zisa fue iniciada en 1165 por el rey Guillermo I y terminada por su hijo Guillermo II entre 1165 y 1180. El edificio tiene planta rectangular y se distribuye en tres pisos. La sala más fascinante de todo el palacio de la Zisa es la Sala de la Fuente. En ella se pueden identificar varios elementos arquitectónicos típicamente islámicos. La propia sala es una representación metafórica de uno de los cursos de agua del paraíso islámico. El Castello della Zisa también alberga el Museo de Arte Islámico de Palermo. Reúne arte de los siglos IX y XII procedente de Sicilia y varios países mediterráneos.
Puente dell’Ammiraglio
El último monumento árabe-normando del itinerario de la UNESCO en Palermo es el Ponte dell’Ammiraglio (Puente del Almirante). Se llama así porque fue el almirante Jorge de Antioquía quien encargó su construcción. Es un espléndido ejemplo de ingeniería civil medieval, construido con sillares de piedra toba perfectamente escuadrados. Su estructura es sencilla, con siete arcos ovalados que se alternan con cinco arcos más pequeños empotrados en los pilares. Hasta 1938, el río Oreto discurría bajo los arcos del puente, pero fue desviado debido a las constantes inundaciones. El 27 de mayo de 1860, las tropas de Garibaldi se enfrentaron a los Borbones en este puente durante la Expedición de los Mil. La escena fue representada por el pintor Renato Guttuso en uno de sus cuadros más famosos, titulado La Batalla del Puente del Almirante.
Catedral de Cefalú
En menos de una hora de tren desde Palermo, o poco más de una hora en coche, es posible llegar a Cefalú, una espléndida ciudad que ha sido incluida en el recorrido de las ciudades más bellas de Italia. La catedral de Cefalú también forma parte del sitio de la UNESCO de la Palermo árabe-normanda y, cuando vea su interior, entenderá por qué. El ábside está decorado con un impresionante mosaico de estilo bizantino de un Cristo Pantocrátor, representado bendiciendo con sólo tres dedos de su mano derecha, siguiendo la tradición griega. Otros mosaicos se encuentran en las paredes del presbiterio y la bóveda. La belleza de estos elementos decorativos se ve realzada por la luz que se filtra a través de las treinta y dos vidrieras, creadas en la década de 1990 por el artista Michele Canzonieri. La nave norte de la catedral de Cefalú conduce al claustro normando con sus columnas gemelas y capiteles esculpidos. En 1809, un incendio destruyó la nave este, mientras que las naves norte, sur y oeste se salvaron.
Catedral de Monreale
El último monumento que forma parte del sitio árabe-normando de Palermo de la UNESCO es la Catedral de Monreale. La construcción de esta catedral comenzó hacia 1172 por orden de Guillermo I, que quería crear un mausoleo para su dinastía (los Altavilla). Sin embargo, la construcción no finalizó hasta 1267. Los rasgos típicos del arte árabe-normando se aprecian ya en el exterior, en la zona de los ábsides. Aquí, al igual que en la catedral de Palermo, hay texturas decorativas inspiradas en el arte textil fatimita. Una vez dentro, no dejará de deleitarse. Los muros interiores de la iglesia están cubiertos por 6.400 metros cuadrados de mosaicos dorados. Las escenas representadas proceden del Antiguo y Nuevo Testamento y de los Hechos de los Apóstoles. Esta impresionante obra de arte fue realizada entre 1180 y 1190 por obreros llegados desde Constantinopla y Grecia. A estos mosaiquistas se unieron trabajadores musulmanes, venecianos y locales.
Otros monumentos árabe-normandos de Palermo
Además de los nueve monumentos que forman parte oficialmente del Patrimonio Mundial de la UNESCO, existen otros ejemplos de arte árabe-normando. Se trata de iglesias, castillos y edificios civiles que actualmente no son Patrimonio de la Humanidad pero que podrían añadirse al itinerario en el futuro. En la ciudad de Palermo son: La Cuba; la Iglesia de San Giovanni dei Lebbrosi; La Cuba Soprana; La Piccola Cuba; la Iglesia de Santa Maria Maddalena; el Castello di Maredolce; la Cappella di Santa Maria dell’Incoronata; la Iglesia de Santa Cristina la Vetere; el Castello dell’Uscibene; el Castello a Mare; la Chiesa di Santo Spirito; y la Chiesa della Santissima Trinità alla Zisa o della Magione. En el pequeño pueblo de Cefalà Diana, a una hora en coche de Palermo, se encuentran los Bagni di Cefalà (Baños de Cefalà).