La Naumaquia de Taormina es un largo muro de ladrillo interrumpido por nichos. El nombre es en realidad un término equivocado y es el resultado de una interpretación errónea de este lugar por parte de Jacques-Philippe D’Orville. Según el erudito holandés, el muro formaba parte de una estructura utilizada para batallas navales. En realidad, hoy sabemos que no es así.
La Naumaquia de Taormina
La llamada Naumaquia de Taormina es una gran estructura formada por un muro de contención de ladrillo de 122 metros de largo y 5 metros de alto. A lo largo de todo el muro, dieciocho grandes nichos absidales se alternan con otros tantos pequeños nichos rectangulares. Su construcción data del siglo II d.C. y se levantó contra un muro preexistente de sillares cuadrados que formaba parte de una stoa. Este es un elemento típico de la arquitectura griega y se refiere a una parte porticada de un edificio público, normalmente de forma rectangular. El espacio entre la muralla griega y la romana estaba ocupado por una gran cisterna que abastecía de agua a la ciudad y quizá también por las fuentes que probablemente ocupaban los nichos. También se encontró el torso de una estatua de mármol de Apolo durante unas excavaciones arqueológicas realizadas en esta zona.
Origen del nombre Naumaquia
El origen del nombre Naumachia de Taormina se debe a Jacques-Philippe D’Orville. En su obra Sicula, publicada póstumamente en 1764, el autor holandés interpreta la cisterna como un lugar donde se celebraban batallas navales. Naumachia es, de hecho, un término latino que significa “batalla naval”, y en la antigua Roma tenían lugar en anfiteatros o en grandes tanques excavados especialmente para ello. Aunque no sabemos con certeza para qué se utilizaba esta estructura, los estudiosos actuales descartan por completo cualquier uso relacionado con batallas navales. Es posible que el muro fuera la elevación de un ninfeo o gimnasio, un lugar donde los jóvenes realizaban ejercicio físico.
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