El término tumbas bizantinas de Taormina hace referencia a los restos de una antigua necrópolis que pueden verse al pasear por Via Pirandello. Se trata de lóculos construidos según el “método del columbario”, es decir, una serie de celdas simétricas colocadas unas sobre otras. Los lóculos, dispuestos en forma de colmena, son todos del mismo tamaño (m 2×0,80). Están construidos con una mampostería bastante tosca mezclada con piedras y ladrillos, y están enlucidos por dentro y por fuera. Los enterramientos están organizados en bloques de diferente anchura, algunos de los cuales constan de sólo dos lóculos, cuyo trazado irregular se debe a la orografía del terreno. Cada lóculo tiene un techo abovedado y una abertura cuadrada. Según los estudiosos, la necrópolis data del periodo bizantino, entre los siglos X y XI. Las tumbas bizantinas de Taormina visibles hoy en día son sólo una pequeña parte de una zona de cementerio mayor que se extendía hacia el noreste entre los restos actuales y la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo.
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